Una milésima de Segundo


Ella acababa de estacionar su carro en el lugar acostumbrado, era sabado y el sol de mediodia colocaba una arruga en su frente, debo cambiar el carro de lugar pensó, pero no le dio mucha importancia a eso, estaba cansada de la rumba de la noche anterior y de lidiar con los quehaceres domésticos de esa mañana, los cuales dejó a medio talle por ir a cumplir con su trabajo, otro pensamiento le cruzó por la mente: a veces parezco esclava... pero pisó nuevamente la realidad al bajar a la calle a que un conductor le concediera amablemente el paso para cruzar tan transitada avenida.


Cuando una camioneta blanca le concedió tan amable deseo, ella se dispuso a caminar rápida y cautelosamente, pues un motorista le podia dar un tablazo y entonces tendria que pasar la navidad en una triste cama de un hospital, cuando miraba hacia el horizonte se percató de que alguien la observaba minuciosamente desde una jeepeta con una sonrisa como la de la monalisa, discreta pero llena de malicia... su corazón se aceleró, se le flojaron las piernas, tuvo intensión de pararse a contemplarlo por unos minutos, tuvo intensión de correr hacia él y darle aquel beso que habia anhelado por dias, que sus manos acariciaran su rostro como en tiempos pasados lo hacia, queria escuchar de sus labios aquellas palabras dulces que antes le llenaban el corazon de alegria, todos estos deseos encontrados en menos de una milésima de segundo, de repente volvió a la realidad cuando movió un poco a la izquierda aquellos ojos marrones, visualizando una figura femenina, cuyos ojos que aunque estaban detras de unas gafas, se sentian en su piel como si quisieran eliminarla de un chasquido, voltió rapidamente la mirada como que nada habia pasado, subió la acera y caminó rapidamente a la puerta de aquel antiguo edificio, deseando no haber visto aquel hombre que por tres meses la hizo creer que era la mujer más feliz del mundo.





9 comentarios:

Anónimo dijo...

solamente te voy a decir una cosa: wao

al leer esto me estaba imaginando la escena como si hubiese sido una pelicula, tremenda narracion

asi somos nosotros los hombres y ustedes las mujeres tambien, nos hacen creer lo que no es al igual que nosotros

bechito

Anónimo dijo...

Casos de la vida cotidiana!!
Pude reflejarme en esa historia es muy real y breve!
Me encantó!!!
Me gusta mucho tu realismo!!!
=D

Gaviota dijo...

Errr diezz!!! Dios, Soa, me estremeci, en algun momento senti, que eso lo estaba viviendo, esta excelente, y mas con esa foto que le pusiste...

Ya ves, tienes un talento escondido, espero que siguas cultivandolo....

Y uniendome a la historia, se dieron un beso profundo, calido, en donde solo fueron testigos, aquellos dos corazones

Gaviota dijo...

Soa?? Un pregunta Vivencia, o fantasia??

Cheluca dijo...

Qué doloooooooor!!!

Nanis* dijo...

muy buena narración, me pusiste en la escena :P

Me gusta tu blog

Soaris dijo...

lisandro: me alegra mucho que te haya gustado!
p.d cada quien a veces tiene su pedazo de culpa ;).

kat: a tu orden!! si pero esas coincidencias a veces son un poco desagradables, jajajaja

vane: malvadaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! deja que te vea!!

chelu: me paso lo de confu con tu respuesta, jajajaja.

laura nanita: bienvenida!!!

Gracias a Tod@s!!!
un beso!

Unknown dijo...

Hola Soa
Vengo del blog "Sin Tabu Magazine", de leer esta historia.. Devinitivamante que narras muy bien, senti haber estado ahi.

Mi respuesta es mas una pregunta... Con que proposito fue "aquel hombre" a verte, o fue que el encuentro fue pura casualidad?
Perdoname... pero si fue casualidad... tirate de espalda en Guibia...
Harold B.

Soaris dijo...

Harold Gracias por la visita, eres bienvenido a esta casita!!1
y si fue pura casualidad, jajaja me tengo que ir a tirar a guibia???jajaja

un beso